Un Mundo de PAZ.

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viernes, 6 de abril de 2012

Enrique Barrios...





Antes de convertirme en escritor estuve durante años en una escuela del pensamiento que entrega una enseñanza desconocida, al menos para las mayorías. Se trataba simplemente de un señor que daba una clase semanal a un pequeño grupo de seis u ocho personas.



Gracias a ese conocimiento pude luego escribir lo que he escrito, porque me permitió elevar mi nivel consciencia hasta un punto en donde se puede ver con claridad que la palabra Amor representa de manera más fidedigna el sentido más profundo y sagrado de la existencia, que la palabra Dios, a secas.



Por Dios a secas se puede matar, se ha hecho a todo lo largo de esta prehistoria y se sigue haciendo; por Dios Amor, no, porque la contradicción salta inmediatamente a la vista.



Por Dios a secas se puede justificar cualquier maldad; por Dios Amor, no.



Y de esa comprensión derivan mis libros. Y de esa enseñanza desconocida derivó el haber podido acceder a tal comprensión. Sin tal enseñanza no hubiese habido Dios Amor, Ami ni Magia.



Mi escuela del pensamiento no tiene una orientación espiritual sino más bien psicológica, con un enfoque diferente al de la psicología común.



Allí se parte de la premisa de que el ser humano actual, el hombre civilizado, vive "dormido"; es decir, y a diferencia del resto de las criaturas, en una condición psicológica en la cual no tiene pleno contacto con la realidad, consigo mismo, con lo que le está sucediendo en el momento presente.



No puede porque está divagando, imaginando cosas, recordando otras, teniendo asociaciones de ideas casuales, pero no aquí y ahora, no en el momento presente.



Por ejemplo, cuando alguien ve a una persona mal vestida, no la está viendo a ella sino imaginando cosas acerca de ella, cosas malas por lo general; y a lo mejor se trata de la persona más buena del mundo, sólo que es pobre, así que todo lo que se pensó acerca de ella, todo eso era falso, lo cual quiere decir que quien miró a esa persona no estaba en la realidad, no estaba plenamente consciente sino inconscientemente imaginando cosas feas, y lo que es peor, SIN DARSE CUENTA DE QUE ESTABA PENSANDO TALES COSAS.



Y sin darse cuenta, por ende, de que no vio de verdad a tal persona sino una proyección deformada de su propia mente.



Y a eso se le llama estar "dormido", y en ese estado de ensueño nos pasamos el 99% de nuestras vidas.



El grave problema de aquella enseñanza consiste en que la gran mayoría de las personas creen que ese estado mental es lo normal, que estar imaginando y recordando es estar despierto, que comer sin tomar el sabor de lo que se ingiere, por estar divagando, eso es estar despierto.



Y así se pierde consciencia acerca de lo que sucede con nuestro cuerpo por ejemplo, que nos avisa que algo anda mal en tal lugar, pero como estamos siempre divagando, no le prestamos atención, nuestra atención salta de un recuerdo casual a otro, de una asociación a otra (y todo ello sin darnos cuenta, sin que nos quede ni siquiera el recuerdo de todo ello...), y por estar divagando no nos damos cuenta de los males de nuestro cuerpo en el momento presente, y se le llama a eso estar despierto.



Y se pierde contacto real con el otro, porque estamos divagando acerca de qué intenciones tendrá, en cómo lo podremos convencer mejor de algo, o mil posibilidades más, pero no estaremos en contacto con él, y eso es para la gran mayoría estar despierto.



Y no nos damos cuenta de que se nos cruzó casualmente un pensamiento de rabia y lanzamos cosas hirientes a alguien y ni nos dimos cuenta, y el otro quedó herido y ni nos dimos cuenta, y eso es estar despierto.



Es así como los corruptos pierden contacto con su conciencia y roban y matan y se mienten a sí mismos que eso está bien, y no se dan cuenta de que están en un pozo de falsedades, y eso también es estar despierto.



Es así como los terroristas y otros delincuentes, dentro de su inconsciencia encuentran falsas justificaciones para matar y hacer sufrir, y ellos piensan que están despiertos...



Y los millones pendientes de la TV, del fútbol, de las noticias y propagandas, sin el menor contacto consigo mismos en el momento presente, zzzz, y venga cerveza.



¿Es eso estar despiertos?



En aquella enseñanza aprendí lo que es estar despierto de verdad y lo que es estar dormido, que sigue siendo mi estado de consciencia habitual, aclaro, sólo que tengo un "Vigilante" que me hace despertar cuando la ocasión lo merece, y me hace tener cuidado en algunas de ellas porque sé que tengo ciertos automatismos, ciertos resortes que hacen que me sienta muy mal cuando suceden tales o cuales cosas.



Antes, el peso de tales cosas me arrastraba automáticamente a estados interiores indeseados; ahora, gracias al "Vigilante", herramienta psicológica que he ido creando yo mismo a fuerza de practicar el estado de atención o de alerta o de consciencia de sí, cuando pasan cosas que me ponen a prueba, me despierto, me pongo en la realidad, en el aquí y ahora, paro a "la loca del segundo piso" (la mente sin frenos) y trato de controlar esos automatismos.



No por ser "bueno" sino porque ya sé que no fluir armoniosamente con la vida causa dolores, cosa que no deseo padecer; al contrario, deseo cosas buenas para mi vida, para lo cual debo evitar las malas para comenzar, y abrirle mis puertas a las buenas, como darme cuenta de las lindas cosas que llegan a mis sentidos, a mi vida, y disfrutar de ellas sin divagar, sin estar pensando en otra cosa, no inconscientemente sino allí, presente, consciente. Y eso significa mayor calidad de vida, entre otras cosas, porque...



Porque dice además esa enseñanza desconocida que los breves segundos de consciencia, de consciencia de sí mientras suceden tales o cuales cosas, ellos nos hacen recibir Impresiones Conscientes, que son una clase de "alimento" de primerísima calidad para el desarrollo de la consciencia del ser humano, energía que es acumulable, y que cuando "el tanque se llena", se produce la Iluminación, eso que todos los místicos del mundo han buscado desde siempre, y que se ha llamado Samadhi, Satori, Nirvana, Reino de los Cielos, Perla de Gran Precio, etc.



Yo no sé si se podrá llamar Iluminación o de otra manera, pero gracias a la enseñanza llegué a un punto, a un nivel de consciencia, desde donde pude ver que el Amor es la Ley Fundamental del Universo, y me hice escritor, y eso fue gracias a la enseñanza.



Pero ahora, pasadas dos décadas, casi tres, ahora aceptar eso es más fácil que antes, pero practicarlo no tanto, nunca lo ha sido, debido justamente a nuestro permanente estado de sueño, que nos hace aceptar los prejuicios como realidades, y negar nuestro amor al prójimo de mil maneras mil veces al día, y a nosotros mismos también; negándonos por ejemplo el acceso al dominio consciente de nuestros ocultos poderes mágicos, porque la Magia es un don del Amor y de la Consciencia.



Es por eso que ahora, que mucha gente en el mundo sabe que lo más importante es el Amor (nuestros libros han contribuido en alguna medida en ello), ahora nos falta aprender a practicarlo, para lo cual debemos comenzar por "darnos cuenta" de las mil veces que estamos actuando en su contra, pero sin darnos cuenta debido a nuestro estado de zzzz.



Mi escuela afirma que más allá de cierto punto, no se puede seguir avanzando sin tener alumnos. Y claro, son cosas del Amor; no se trata de acumular conocimiento sólo para sí; por eso existen niveles a los que sólo se asciende ayudando a otros a llegar donde nosotros hemos llegado.



Debido a ello, y a un llamado interior no fundamentado en el deseo de avanzar más sino simplemente de ayudar a otros, desde 1997 enseño a través de este sitio web, pero de manera más bien discreta, abriendo las puertas sólo de vez en cuando, según circunstancias que el Universo va trayendo, sin poder ni querer atender muchos alumnos sino pocos, porque en esta enseñanza debe haber contacto directo con el instructor, y no es posible atender simultáneamente a una cantidad muy grande de alumnos.



La idea es que los alumnos lleguen a su vez a enseñar a otros, no por internet sino personalmente, y se vayan multiplicando grupos pequeños y la cadena de la consciencia crezca en el mundo, ya que el fruto de un mayor nivel de consciencia es el Amor, que es el objetivo superior.



Esto se debe a que, igual como el diafragma de la cámara fotografica, que si se abre más deja pasar mayor cantidad de luz, de igual forma es el nivel de consciencia el que determina el nivel de amor o la "cantidad de amor" que dejaremos pasar hacia nosotros o hacia los demás.



Es por eso que no podemos predicar ni pedir amor sin presentar métodos para trabajar sobre el nivel de consciencia, que es el que nos facilita o impide abrir nuestras puertas al Amor.



Mis clases privadas siguen aquel milenario método para ayudar a despertar, a ir haciéndolo gradualmente, para lo cual se vale de Ejercicios, Prácticas y Pruebas, aparte de material escrito; pero lo relevante es el trabajo interno, que equivale en el plano físico a hacer trabajar y fortalecer los músculos; que en este caso serían "músculos del alma", fortalezas interiores que debemos ir alcanzando.



Hay personas tan embebidas de lecturas esotéricas y espirituales, incluso de nuestros libros, que llegan a creer que están "muy avanzadas", y de pronto se encuentran con nuestra enseñanza y espontáneamente afirman cosas como:



"Este curso me ha regalado un conocimiento muy valioso, que no había encontrado en ningún otro sitio. Hay muchas disciplinas que hablan del despertar de la conciencia y yo he recorrido unas cuantas, ahora entiendo por qué no terminaban de llevarme a ninguna parte".