Un Mundo de PAZ.

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martes, 18 de noviembre de 2008

La Karina-Bueno el aporte.

Según decís, con mi web de Las drogas tal cual... habéis perdido el miedo a las drogas. “¡Bien! -pensé- La mitad de mi trabajo ya está hecho y bien hecho.”
No es necesario tenerle miedo a las drogas.
LAS DROGAS NO SON MALAS.
No son demonios que se apoderan de tu conciencia y te obligan a hacer cosas que normalmente no harías. Las drogas no te enganchan y te roban la voluntad, de forma que si las pruebas quedas esclavizado de ellas y te vuelves un adicto, un enfermo que requiere la ayuda de la familia o la tutela del Estado para dejar de ser un rehén involuntario de un poder externo.
Las drogas no son malas. Bien. Esa es la mitad de mi mensaje. No hay que satanizarlas ni tenerles miedo.
Ahora permitidme repetiros la segunda parte de mi mensaje, por si acaso no la he sabido expresar adecuadamente:
LAS DROGAS NO SON BUENAS.
Si bien las drogas no son demonios malévolos, tampoco son ángeles inofensivos. Las drogas no son inocuas.
ACCIÓN = REACCIÓN
CAUSA = CONSECUENCIA
El plano físico tiene unas leyes generales como la ley de la gravedad, la ley de la termodinámica o la ley de la relatividad… Son leyes que operan invariablemente en todos los casos y para todos los seres que habitamos en este planeta. Aunque siempre hay historias sobre monjes o ascetas que pueden romper esas leyes y pueden levitar y pasar días meditando semidesnudos en medio de las nieves, el común de los habitantes de este planeta aún no llegamos a esos niveles, por lo tanto estamos sometidos a las leyes que rigen la materia.
Si me aviento de un acantilado de mil metros de altura, sin paracaídas, la ley de la gravedad será implacable conmigo, igual que lo es con el resto de la materia. Entonces, a menos que yo ya sepa levitar, si me tiro sin paracaídas del acantilado, me veré obligada a desencarnar. Y con las drogas pasa igual.
Con una sobredosis no atendida, te mueres rápido y con el uso continuo de cualquier droga, te mueres lento. Siempre te afectas de una u otra forma el cuerpo físico o el cuerpo energético. Y a menos que sepáis levitar ya, lo cual indicaría que ya tenéis la capacidad de romper las leyes de la materia, vuestros cuerpos siguen sometidos a esas leyes y el uso continuado de cualquier droga os pasará una factura tarde o temprano. No hay excepciones al respecto.
Y no se trata de una cuestión lógica, mi querida Isis, es una cuestión puramente empírica. Tú sabes que si consumes más calorías de las que necesita tu cuerpo, el resultado empírico y verificable es que engordas. Si consumes más marihuana de la que tu cuerpo es capaz de metabolizar, lo cual es un porro a la semana como máximo, tendrás un exceso de THC en la sangre y este exceso equivale a tener un desajuste hormonal que incide en los cuerpos sutiles y eventualmente en el cuerpo físico.
Por eso digo que no hay drogas buenas. Una aspirina diaria provoca concentraciones de un silicato que genera una enfermedad que altera la visión. Un vaso diario de zumo de zanahoria provoca una concentración de betacaroteno que es tóxico para el cuerpo humano…
Seguramente ya habéis oido que la primera máxima del Templo Iniciático de Delfos es “Conócete a ti mismo”, y sabéis por experiencia propia que hay drogas que nos ayudan a conocernos a nosotros mismos. Pero, ¿sabéis cuál era la segunda máxima del Templo de Delfos? “Nada en exceso”.
Fumar marihuana diario es un exceso. Fumar más de un porro al día es más exceso.
A vosotros que estáis en el camino de la búsqueda espiritualy sabéis qué son los chakras, os puedo decir en vuestros términos que afecta los cuerpos sutiles, especialmente el chakra del timo, el tercer ojo, la garganta y el chakra raíz. Hay una explicación más detallada sobre esto en la sección de CHAKRAS Y PSICOACTIVOS de mi web, en el apartado dedicado a la marihuana.
Reconectar las doce hebras de ADN, iluminarse, ascender, activar la kundalini, evolucionar, cualquiera que sea la forma de concebir el camino espiritual, pasa por abrir los chakras. La marihuana te abre algunos durante las primeras veces que la usas, pero si continúas usándola, empieza a cerrártelos.
Las drogas son REMEDIO Y VENENO al mismo tiempo, dependiendo de cómo las utilizamos y durante cuanto tiempo.
Las drogas no son ni buenas ni malas, son herramientas neutras que podemos emplear para el autoconocimiento o para la autodestrucción sutil o evidente, con conciencia o sin ella.
Se coloca en un extremo el adicto arrepentido que predica contra ellas o el prohibicionista que pretende erradicarlas y se coloca en el extremo contrario el sacerdote enteogénico o el consumidor inmoderado que piensa que puede usarlas diariamente o excesivamente sin ninguna consecuencia.
El camino de en medio es el camino de la moderación. Es el camino que evita los extremos y tiene la clara visión de que las drogas son una herramienta temporal que te indica a dónde tienes que llegar algún día, por tus propios medios, ya sin su ayuda.
Si os escribo todo esto, es evidente que lo hago porque os quiero y porque me siento responsable de alguna forma, no de vuestra entrada al uso de las drogas, sino de vuestra pérdida del miedo a la exploración enteogénica. Una exploración que, gracias a los más de 10 años que he pasado en ella, sé que debe llevarse a cabo con suma responsabilidad y un gran respeto por el poder que, para bien o para mal, tienen las drogas.
Habiendo expresado con claridad la segunda parte del mi mensaje, ahora sí puedo desapegarme del resultado de mis actos, porque siento que ahora sí he transmitido con responsabilidad las dos partes de mi mensaje y estoy segura de que habéis oído ambas. Ahora puedo dejar que vuestra sabia alma os conduzca por el camino adecuado en el ejercicio de vuestro libre albedrío.
Y por supuesto que os seguiré queriendo tanto como os quiero si aún con toda esta información decidís seguir fumando mota diariamente. Lo único que cambiará es que ya no volveré a daros la lata…
Vuestra amiga mexicana
Karina Malpica